Traducción del artículo creado por Cinzia Di Martino.
¿Lo has percibido? Instagram se ha transformado en el lugar donde catalogamos nuestras experiencias emocionales.
Si durante una cena recibes un plato bien presentado, eso se convierte rápidamente en una foto a compartir, catalogada (y por lo tanto encontrable) vía hashtags.
Estás de vacaciones en una ciudad, una aldea o pueblo y, mirando con ojos maravillados las obras y lugares, buscas inmortalizar las emociones y no ves la hora de compartir esta experiencia con una audiencia más grande. El turismo, hoy...
....no es lo mismo que hace veinte años. En la actualidad, existen un sinfín de nuevos tipos de turismo (espiritual, gastronómico e incluso de salud, solo por mencionar algunos) y todos nosotros somos potenciales embajadores de cada monumento, localidad y actividad comercial o artesanal que conocemos.
Acorde a un reciente estudio sobre Instagram para la industria turística, esta red es utilizada por un 48% de los usuarios para conocer y elegir los destinos turísticos, y un 35% de usuarios para descubrir nuevos lugares que visitar. ¿Sabes por qué? Porque quienes están allí para aconsejarte son tus amigos, tus familiares, colegas y conocidos: personas que conoces y en las cuales confías.
Esta fuerza intrínseca de Instagram ha sido descubierta también por las marcas, que en los últimos tiempos han optado por ofrecer contenidos más humanizados, visualmente atractivos y centrados en el deseo de viajar y conocer que es parte de cada uno de nosotros.
Lejos ha quedado ya el lenguaje frío y los materiales publicitarios acartonados: el turismo se ha humanizado. Instagram ya no es solo un canal social sino una guía personal, una pequeña agencia de turismo, casi el agente de viaje de la actualidad. Su base mensual de 400 millones de usuarios activos es interesante para las empresas (y no solo) y entre todos, vence quien responde a nuestras expectativas, satisface nuestros deseos y nos muestra los contenidos para atractivos y deseables.
Pero, ¿cómo ser interesante para el público?
¿Cómo lograr que los usuarios pongan like, comenten y compartan y (lo más importante) que deseen generar nuevos contenidos para tu marca?
Es necesario pensar como un turista, ponerse en los zapatos de los viajeros:
- ¿Por qué motivos catalogarías nuevo contenido en Instagram por "voluntad espontánea"?
- ¿Usarías los hashtags "impuestos" por otros?
- ¿Preferirías algo fácil de recordar o querrías encontrarlo escrito (y sugerido)?
Te aseguro que en el 70% de los casos, todos tenemos las mismas motivaciones que impulsan a acciones.
Ahora imagina la potencia del boca a boca, multiplicada a escala mundial (porque de eso se trata) y echa un vistazo a cómo otros ya están obteniendo resultados sorprendentes:
Inspirar mostrando la región
El punto de partida de muchas cuentas relacionadas con regiones y lugares es la valoración del destino. El Departamento del Interior de EE.UU. utiliza su cuenta de Instagram para presentar cada día los lugares más espectaculares del país, mostrando su belleza natural y promoviendo la región en todo el mundo, como haría cualquier persona orgullosa del lugar en el que ha nacido y crecido.
Una foto publicada por el U.S. Department of the Interior (@usinterior) in data:
Con estas publicaciones en Instagram, el Departamento ha maximizado la visibilidad de paisajes e información en tiempo real que, de otra forma, se habrían visto poquísimo en los materiales de gobierno. Y, al mismo tiempo, ha dado la visibilidad también a los fotógrafos profesionales que han querido apoyar la causa involucrándose.
Con el mismo concepto (aunque sin límites de fronteras) cada día, Airbnb publica en su cuenta de Instagram los lugares más espectaculares del mundo, pasando con naturalidad de Chile a California o Noruega, contando historias verdaderas y de gran efecto inspirador, donde los protagonistas son sus usuarios. Historias que hacen soñar con finales felices, que hacen bien al corazón y que generan conexiones empáticas con la marca.
Una foto pubblicata da Airbnb (@airbnb) in data:
Inspirar, colaborando juntos
Para alcanzar una nueva audiencia y ampliar el público actual, se puede hacer solo una cosa: unir fuerzas y colaborar.
Muchas marcas lo están haciendo con personas que tienen muchos seguidores, pero nada te impide crear también una colaboración entre personas y estructuras presentes en tu propia región.
La primera opción generalmente es más elegida por estructuras receptivas, porque no les basta con solo esperar acciones de sus huéspedes si quieren obtener resultados impactantes en poco tiempo. Por ejemplo, un hotel de Las Vegas decidió invitar veinte conocidos Instagramers y, con ello, ha logrado obtener casi 50 mil menciones positivas de la estructura en menos que dos meses, mejorando notablemente sus resultados en un período "de temporada baja".
Una foto pubblicata da JACK MORRIS (@doyoutravel) in data:
Un ejemplo de red de colaboración entre estructuras de una región está teniendo lugar, aun como experiencia embrionaria, en Tivoli, Italia.
Todas las comunas (unas cincuenta) alrededor de los 98 km del río Aniene, han decidido colaborar y llevar adelante la imagen del territorio en su totalidad, reduciendo así los gastos y esfuerzos, y exhibiendo lo que la región tiene para ofrecer. A lo largo de "la calle del agua" será posible vivir experiencias de biking, caminos espirituales, deliciosas experiencias culinarias y muchas cosas más en pocos kilómetros, sin perder de vista la identidad de cada ayuntamiento: cada uno ofrece sus productos típicos de la mejor forma posible.
Inspirar contando e implicando
No olvidemos que una de las fortalezas de Instagram, además de ser un instrumento visual y fuertemente ligado al móvil, es hoy su posibilidad de descubrir y contar historias, tradiciones y la cultura de una región. Solo quien mira un destino con ojos enamorados puede mostrar lo mejor de él. Y si después los enamorados crean una comunidad espontánea, auténtica y fuerte, imagina cómo esto puede beneficiar a la región en cuestión.
Y he aquí el porqué de que las interacciones espontáneas sobre Instagram atraigan nuevo turismo: nos encontramos con personas que hablan, inspiran e implican a otros contando historias, emociones y detalles tan únicos que ningún otro podría mostrar.
Esta es la verdadera riqueza, la verdadera fortaleza de Instagram.
He aquí cómo es cambiado el turismo con Instagram: no cambian los destinos, no cambia el concepto de hospitalidad, sino que han cambiado las perspectivas por las que se desea conocer un destino, han cambiado los instrumentos de división de las emociones experimentadas, los tiempos de acción/reacción de nuestras vivencias. Tenemos ganas de sumergirnos en una región, sentirnos parte de ella, ser capaces de confundirnos con los locales: somos ciudadanos del mundo e Instagram nos permite saborear sensaciones y experiencias que, quizás, viviremos en nuestro próximo viaje :)
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